El gobierno de Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) enfrenta grandes problemas internos, dejando la impresión de un barco a la deriva. Desde que inició el año 2025, el panorama no ha sido alentador. Escándalos, renuncias y conflictos internos han marcado el segundo mandato del presidente Abinader, que apenas lleva seis meses en funciones.
En términos marítimos, cuando un barco está a punto de naufragar, la tripulación comienza a abandonar la nave en busca de salvarse. Esa parece ser la situación actual del gobierno del PRM: un equipo en caos, con líderes políticos centrados en su propia supervivencia en lugar de enfocar sus esfuerzos en resolver los problemas del país.
Si esta tendencia continúa, las perspectivas para el país y el PRM no son favorables. En este momento crítico, República Dominicana parece estar gobernada por un capitán incapaz de retomar el control y una tripulación desorganizada que lucha por salvarse individualmente.
La incertidumbre y la falta de liderazgo proyectan un futuro sombrío, donde las acciones del gobierno podrían tener graves consecuencias para el bienestar del país y la estabilidad del partido en el poder.

